La cantante ilicitana se ha dado un baño de multitudes en un concierto para eurofans antes de partir rumbo a Liverpool. Durante el evento, ha aprovechado para estrenar ‘Plumas de nácar’, la otra canción que quiso llevar al festival. Chanel Terreros y Beth, representantes de España en anteriores ediciones, también han querido arroparla.
«¡Eran las cinco en todos los relojes! / ¡Eran las cinco en sombra de la tarde!», reza el poema La Cogida y la muerte que se recoge en la obra Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de Federico García Lorca. Ayer, a esa hora, la madrileña plaza de Callao ya estaba replea de eurofans que se reunieron ante la puerta de los cines que llevan el mismo nombre para poder ver de cerca a Blanca Paloma, la artista que representará a España en Eurovisión. Hacía un sol de justicia, pero la ilicitana no defraudó. Tal y como estaba previsto, apareció en el photocall alrededor de las 19.00 horas con un vestido negro de escote palabra de honor y un gran volante verde que sorprendió a los presentes, acostumbrados a su apuesta habitual por una combinación de tonos rojos y blancos en sus últimas actuaciones.
Ese no sería el único momento inesperado de la noche. La representante española se arrancó en la plaza con una interpretación a capela del estribillo de Eaea, el tema con el que compite por el micrófono de cristal, para agradecer a su legión de seguidores, los pichones, ese esfuerzo por aguantar las inusuales temperaturas de este mes de abril y ofrecerle una última muestra pública de apoyo antes de partir hacia Liverpool. En la calle Preciados se escuchaba a una multitud coreando esta bulería con tintes de electrónica que defenderá el próximo 13 de mayo en el M&S Bank Arena.